miércoles, 27 de agosto de 2008

Rápido corren los carros

Si se vuelve a la fase primaria
todo se condensará en un acto perdurable.
Ya es imposible dar vueltas en un eje extraviado
sólo consta verificar un par de datos en sus ojos.

Lo más probable es que sea necesario constatar por un tercero
la cabalidad de los actos circundantes.

Es necesario controlar las salidas externas
para conservar en un beso un giro innesperado
quizás debas decirdir
debes abortar al feto sangrieto de hambre eterna
quizás debas decidir
y cortarte una a una las lianas de tu soma.

Cierra la jaula del pájaro ausente
y comenta en susurros el cigarro ahumado
erre con erre cigarro erre con erre carril
juaga a trabar tus pupilas en la imagen inmensa del destino.



algo mío

lunes, 11 de agosto de 2008

poema 11 de ROBERTO JUARROZ


11 (para Antonio Ramos Rosa)


Invertir los signos de la fiesta,

como lo haría un monje loco

que sólo puede orar con la cruz al revés

o poniéndose a sí mismo

con la cabeza hacia abajo.


Que la fiesta comience

con la muerte en la punta de los dedos

y el abismo enredándose en las piernas,

con la luna convertida en esponja

para absorber el cielo

y la luz en escoba

para barrer la tierra.

Que el sueño se transforme en sustancia,

la vejez en victoria

y tu ausencia portátil en presencia.

Y sembrar al voleo la identidad de los rincones

como si se encendiera la primera luz

con el pabilo de la noche.


Hay que invertir los signos de la fiesta,

romper la malla estrafalaria

del juego que nos ciñe

y saltar hacia otro juego más abierto.


Hay que hallar más mirada en los ojos

o fuera de los ojos

y descubrir por fin la fiesta prometida.