De allí a la pupila, medio metro. La retina no llega, no alcanza, no ve. Ojos que por su boca salían, que por sus labios entraban y volvían a emigrar. Sus pasos delante quedaban, el flujo de partículas acababa a su lado, las calles se desplazaban sobre sus manos. Voz que quita el júbilo, todo lúgubre.
Y ese labio que segundo a segundo se aparece como fragmento de un anhelo, minuto a minuto tortura. Esa esencia que busca, que quiere, no descubre. Desconoce.
Quiere.
Ya saben, se lee como se quiera leer. Hola.
[Los cadáveres exquisitos quedaron demasiado sublimes... ]
Maya
martes, 23 de octubre de 2007
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3 comentarios:
jaja
ella la gol...
^^
esos colores me gustan más, y el tamaño de letra se agradece :P
te quiero!
nada q decir... me encanta y punto
:)
muaaaaaaaac
Maya !
Que puedo decir. . .
De verdad me gusto mucho,
mucho,
mucho !
como que cuando escuche lo morado hize corto circuito en mala !
Nada que decir,
solo puedo alagarte !
Besos !
[y los coloros me gustan más así ! ^^ ]
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